Tomar la decisión de mudar un familiar a una Casa de Reposo no es un proceso fácil y encontrar la mejor opción puede resultar muy estresante. Por eso, en este artículo les contaremos un poco más sobre el proceso de decisión y las diferentes circunstancias que rodean el elegir por una casa de reposo.
Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) en el Perú el 77.9% de la población adulta mayor sufre enfermedades crónicas como demencia, artritis, hipertensión arterial, diabetes mellitus, asma, dislipidemia, entre otros. Y es que cuando se llega a cierta edad empiezan complicaciones mayores para la salud, tener una enfermedad crónica tiene como resultado ser más dependiente, especialmente en los adultos mayores, siendo necesaria la ayuda de un cuidado, ya sea familiar o externo, que pueda asistirlo y ser un soporte, en las actividades básicas como cambiarse, bañarse, alimentarse, usar el baño, entre otros, como también ser una compañía constante.
Consideramos que el mejor lugar para atender a los adultos mayores será siempre su propio hogar, acompañados de sus familiares directos, pero esto no siempre es posible. Desde la experiencia personal de la fundadora de Luz de Guadalupe, Nataly, que hace algunos años tuvo la necesidad de buscar una casa de reposo para su abuela “Margarita”, realizó varias visitas y no encontraba la adecuada. Ella logró conocer y entender las diversas situaciones que indican que una casa de reposo es la mejor opción para el cuidado del adulto mayor, aquí contaremos las más comunes, pero existen varias situaciones:
1. Adulto mayor dependiente que vive en su domicilio al cuidado de técnicas, y cuyos hijos viven en el extranjero:
Esta es de las condiciones más frecuente y muy difícil de manejar para los hijos debido a que se ven obligados a confiar la atención de su familiar a cuidadores o técnicas de enfermería, que en algunos casos no tienen una supervisión adecuada. Esta situación podría generar algunas complicaciones como que el cuidador no cumpla con sus horarios, el maltrato psicológico o físico que pase inadvertido por los hijos o que haya equivocaciones en la administración de su medicación o descuido en su nutrición.
2. Adulto mayor soltero sin hijos, previamente independiente y agudamente discapacitado:
El adulto mayor no tiene un familiar directo responsable, vive solo, en condición de independencia y por alguna enfermedad discapacitante, como fractura de cadera, su condición física o mental es cambiante y se vuelve dependiente. Por eso, el cuidado en su domicilio se hace insostenible.
3. Adulto mayor con demencia (u otra condición) que convive con sus hijos, pero su condición altera la dinámica familiar:
La demencia moderada implica cambios psicológicos y conductuales que hacen que la convivencia familiar se haga difícil. Las alteraciones de conducta el insomnio o la desorientación nocturna incrementan el estrés de los cuidadores e influyen negativamente en la armonía familiar.
4. Adulto mayor con dependencia funcional o cognitiva que vive con familiar ausente en el día por trabajo y que depende de cuidador:
En este caso, las familias optan por el ingreso a una Casa de Reposo para que el adulto mayor tenga una mejor supervisión y a la vez socialice más con otros adultos mayores. Así, podrá estar estimulado tanto cognitiva como funcionalmente.
5. Discapacidad temporal aguda:
Es el caso de un paciente previamente independiente que sale de hospitalización por una condición aguda como operación de fractura de cadera o rodilla e incluso un ACV isquémico reciente. En estas situaciones se hace más fácil el manejo del paciente en un ambiente de mayor supervisión médica y de enfermería, donde inicia un proceso de rehabilitación para que, una vez terminado, pueda retornar a domicilio.
6. Adulto mayor frágil que vive solo o con su cónyuge y que libremente decide ingresar a una residencia geriátrica:
Esta condición, aunque menos frecuente, también se da en adultos mayores frágiles con riesgo de discapacidad, pero aún independientes, que por decisión propia optan por vivir en una residencia que les brinda más seguridad, cuidados preventivos y socialización.
Es importante poder reconocer las diferentes situaciones en la que viven los adultos mayores de la familia y poder tomar la decisión de llevarlos a una casa de reposo si la situación lo requiere. Si estás buscando una casa de reposo para un ser querido nos puedes contactar al 957 410 596.
(1) Carhuavilca, D. (2020) ENAHO. Recuperado de Instituto Nacional de Estadística e Informática.
https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/boletin_tics.pdf